La diabetes tipo 2, al igual que la hipertensión, es una enfermedad silenciosa (las personas no notan nada si están bien o si están mal). Es un enorme desafío lograr que los pacientes ahdieran al tratamiento, que consiste en medicación + alimentación + ejercicio.
Un estudio randomizado muestra que el telemonitoreo mejora los resultados clínicos de los pacientes.
Link al estudio
¿Qué hicieron los investigadores?
Se contactaron con centros de APS de Inglaterra para que inviten a pacientes que tenían un mal tratamiento (Hemoglobina Glicosilada HbA1c de 8,8 mg/dL, lo esperable es que sea menos de 7), a un estudio de telemonitoreo. Participaron 321 pacientes y se los dividió en 2 grupos
- Grupo control (161 pacientes): recibían el cuidado estándar de su centro de APS (al menos 2 visitas al año al centro)
- Grupo intervención (160 pacientes): se les pasaba un tensiómetro, un medidor de glicemia y una balanza bluetooth, que transmitían la información a un modem que, vía SMS, enviaba los datos a una base centralizada. Los pacientes tenían acceso a una aplicación web que les mostraba los valores y les daba feedback sobre éstos y además recibían un informe semanal de sus mediciones por mail. El equipo clínico a cargo (médico de familia y enfermera), tenían acceso también al sistema y podían ver a todos los pacientes que tenían en tratamiento y sus mediciones. También podían buscar en la Historia Clínica información sobre el tratamiento del paciente (para reforzar cambios, si los hubo). Los clínicos tenían que ingresar al menos 1 vez por semana y contactarse con los que estaban mal (por mail o vía telefónica).
¿Cuáles fueron los resultados?
Los pacientes que estaban en el grupo tratamiento diminuyeron la HbA1c 0,5 mg/dL, la presión arterial sistólica 3,06 mmHg y la diastólica 2,17 mmHg. El peso no varió.
Aunque parezcan cambios pequeños, estos tienen muy alto impacto en los pacientes con disminución de riesgo de ACV o infarto (23%).
¿Qué muestra este estudio?
Que si uno da feedback y seguimiento a pacientes que tienen mal control puede mejorar el tratamiento. Se requiere que sea muy fácil para el paciente, enviar los datos, en este caso, los monitores automáticamente transmitían los valores.
¿Qué se puede mejorar?
Si la información de los monitores está integrada a la información de la Historia Clínica, se pueden hacer árboles de decisión relativamente simples y enviar feedback de forma automática al paciente (con menor necesidad de supervisión por el equipo clínico). Una integración con trackers de movimiento, como FitBit o Garmin, permitiría también monitorizar la actividad física de los pacientes (uno de los pilares del tratamiento).
2019 es el año de los wearables en salud. Estos seguirán reduciendo sus precios y permiten que el envío de datos sea más constante y homogéneo. Es muy necesario integrarlos con el sistema de información clínico
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