Nutrición personalizada según predicción de respuesta glicémica ante comidas

La obesidad y el sobrepeso son una epidemia mundial y Chile lidera el ranking. Hasta ahora, nadie ha encontrado la solución a esta problemática que lo único que hace es escalar. Investigadores tienen una propuesta verticalmente diferente a la práctica actual.

Si uno consume más calorías de las que gasta las va a acumular. Esto es así de simple. Pero hay un componente que es muy importante en el desarrollo de enfermedades crónicas que los diabéticos conocemos muy bien y que se conoce como “respuesta glicémica ante los alimentos”

Prácticamente el 100% de las dietas que los médicos “sugerimos” a los pacientes se basan en estudios observacionales y retrospectivos que dependen que los pacientes reporten acuiciosamente que comen (que es un oxímoron), siendo muy pocas las dietas que fueron sometidas a ensayos clínicos randomizados (por lo difícil que esto es).

Es muy difícil creer que un tipo de dieta genérica va a resultar para todas las personas y este es uno de los principales desafíos que tiene la nutrición hoy en día. La idea de una dieta “genérica” es tanto biológicamente como fisiológicamente inverosímil, contradiciendo nuestra singularidad y heterogeneidad de nuestro metabolismo, microbioma y medio ambiente. Cada individuo responde diferente a la misma comida o a la misma cantidad de la misma comida

APPS que proponen dietas basadas en el genoma o en la respuesta inmune de lo que uno come

El problema con estas APPs es que no tienen ensayos clínicos que puedan validar las recomendaciones. Parecería ser que el genoma o la respuesta inmune por si solas no resuelven el problema.

El cuerpo humano, y todos los organismos multicelulares, viven en estrecha asociación con otros microorganismos como ser bacterias, hongos y virus, y estos cumplen un rol fundamental para el funcionamiento del sistema inmunológico, hormonal y metabólico. El 57% de las células de nuestro cuerpo no son humanas, el microbioma está compuesto por 40.000.000.000.000 microorganismos que viven en nuestro cuerpo.

Investigadores tuvieron una idea novedosa. Analizar el microbioma, parámetros fisiológicos del paciente, exámenes de sangre, glicemia flash, datos antropométricos y registro de alimentación durante un período de observación, y después, utilizando Machine Learning, lograr predecir la respuesta glicémica ante la ingesta de un alimento.

Link al estudio
https://doi.org/10.1016/j.cell.2015.11.001

La comida que uno piensa que es buena para uno, podría ser dañina (generar peaks de glucosa en sangre que se correlacionan con enfermedades crónicas). Lo increíble, es que lo que para algunos es malo, para otros es bueno y viceversa.

Hoy existen 2 empresas que ofrecen este algoritmo a pacientes. Solicitan una muestra de materia fecal para analizar el microbioma y un conjunto de parámetros que se utilizan para ejecutar un algoritmo que indica para cada comida, un grado de “seguridad individual”

Las empresas son:

No están aún disponibles en Latinoamérica, pero yo quiero probar esto y tomar mejores decisiones de alimentación “a la carta”.

Resultado de análisis de microbioma de Eric Topol

Resultado de alimentos y “grado de seguridad” de Eric Topol

La droga que todos tomamos varias veces al día y que más necesita ser personalizada es la comida. Lisa Pettigrew

Estima doctor:

Según la ENS del 2017 Chile tiene 39,8% de la población en sobrepeso y 34,2% de la población en obesidad, estos son valores muy altos y que deberían generar una alerta, ya que el sobrepeso y la obesidad siempre conlleva a tener otras patologías como diabetes, dislipidemia y estas enfermedades aumentan el riesgo de sufrir un infarto, ACV, etc. Siendo que casi todas estas complicaciones se podría evitar simplemente corrigiendo desde la base con una buena nutrición.

Como estudiante de medicina encuentro sumamente bueno este programa de poder realizar una nutrición personalizada a cada persona, ya que como lo dice la misma investigación todos somos distintos y cada alimento actuará y tendrá una respuesta distinta en nuestros cuerpos, no podemos darle la misma indicación a todos los pacientes porque el efecto que se tendrá en ellos será distinto. Con este programa de nutrición personalizada sabiendo la reacción de cada alimento en el cuerpo de cada persona podremos dar una dieta alimenticia dirigida para cada persona y obtener mejores resultados en un tiempo más corto.

En mi opinión lo único malo de esto es que encuentro que será muy difícil llevar este programa a toda la población. No creo que esto se pueda implementar en el sector público, ya que implica un costo no menor debido a que es un estudio personalizado y se tiene que estudiar a cada persona por separado, considerando que hay un gran porcentaje de pacientes con problemas de sobrepeso y obesidad que se encuentran en el sector público que lo más probable es que no puedan tener acceso a este programa porque como todos sabemos el sector público de la salud tiene un presupuesto limitado. Sería un desafió para la medicina de poder llevar este programa a toda la población para poder realizar un buen plan de nutrición para cada persona de la sociedad.

Se despide atentamente

Yihao Wang

Estudiante 5to año Medicina

Facultad de Medicina CAS-UDD

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Estimado doctor,

Como anteriormente mencionaron usted y Yihao, es conocido que el sobrepeso, obesidad, diabetes, y en general las enfermedades que se conocen “enfermedades crónicas por exceso” se han convertido en una verdadera pandemia. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó que en el año 2016 una cifra mayor a 1900 millones de adultos mayores de 18 años padecía sobrepeso, y de aquellos más de 650 millones sufrían de obesidad, habiéndose triplicado esta cifra desde el año 1975. Este es un tema preocupante, ya que dentro de las principales causas de muerte de la población chilena se encuentran las enfermedades cerebrovasculares e isquémicas del corazón, patologías íntimamente ligadas a estas condiciones de vida no saludable.

Lo que personalmente me llama la atención es que por donde quiera que se mire y navegue, se están tratando de generar la mayor cantidad de soluciones, antídotos y experimentos contra las enfermedades generadas por una inadecuada alimentación. Yo me pregunto: ¿no sería mejor cuestionarse el por qué llegamos a esta situación?, ¿encontrar un causante, quizás común, a estas enfermedades?, ¿enfocarnos en la prevención?. Y lo más importante, que se relaciona con el comentario de Yihao respecto a una implementación factible y realista en nuestro sistema de salud: ¿qué pasa si al identificar el modus operandi del llegar al “mal comer” es más fácil y barato de atacar que contratar estas costosas y complejas tecnologías?

Basta con buscar “Bajar de peso” en cualquier navegador y se encontrará con más de 1000 programas, minutas y dietas como medida paliativa para frenar la ganancia de esos aterradores kilos de más y las enfermedades que conllevan. Y es que, como de manera similar se sugiere en el estudio, es imposible creer que la misma “receta” le funcionará a nuestros organismos complejos, tan distintos entre sí; y bastante inverosímil tratar un problema de tales magnitudes de la misma para manera todos, esperando un resultado favorable.

Todo este preámbulo es para presentarle lo siguiente: La nutrición emocional. Hace poco que me tocó, por experiencia personal, conocerla. Y cada día hay más libros y especialistas que están incursionando en ella. Se trata de usar la comida como herramienta emocional para lograr “sobrellevar” los problemas de la tan agtada vida que se lleva estos días, y, tal como les pasa a los cocainómanos, fumadores y alcohólicos, la comida se vuelve una adicción que logra mitigar las emociones desagradables que no queremos vivir. Actualmente existen miles de personas que en vez de optar por una dieta a corto plazo deciden tomar terapias psicológicas para solucionar sus problemas emocionales y dejar de usar, para siempre, la comida para encubrirlos. Me parecería interesante si se usara esta terapia “cognitivo-conductual” en un estudio para ver cuán efectiva y mantenible es como respuesta definitiva para los problemas de las enfermedades crónicas no transmisibles. Pienso además que sería mucho más fácil implementar una terapia con psicólogos y nutricionistas que apoyen el programa para aprender a nutrirse adecuadamente, y en los mismos CESFAM, en la misma atención primaria en salud, accesible a todos y mejor aún, personalizada.

Le dejo en aquí un link, si le interesa, de una charla TED, donde una mujer relata cómo pudo bajar de peso y mantenerlo en el tiempo, resolviendo sus “emotional issues”: https://www.youtube.com/watch?v=8bE5XLGNPF0

Saludos,

Karen Hunt.

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Estimado Doctor:

Tomando en consideración su publicación y los comentarios realizados por Yihao y Karen, es donde encuentro que lo que usted menciona sobre una nutrición personalizada es una manera muy adecuada para llevar a una alimentación y nutrición lo más adecuada posible para cada individuo. Por supuesto, que tal vez en la práctica no sea tan factible realizarlo por temas económicos y institucionales como menciona Yihao. Pero, ¿Tenemos que aplicarlo a toda la población? ¿existe una población objetivo que se vea mas beneficiada de esta gran idea? yo creo que sí.

En Chile, como se menciono anteriormente, los indices de obesidad y sobre peso son unos de los más altos a nivel mundial, y los niños escolares no se escapan de esta estadística. Según el Instituto de políticas Publicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS) Chile ocupa el primer lugar en obesidad infantil en latinoamérica y el 6to lugar a nivel mundial. Con cifras tan impactantes como el 25,3% de los niños en primero básico ya son obesos.
Con estos datos e información se hace bastante evidente que no estamos haciendo las cosas bien desde un principio y que si queremos mejorar la salud global de la población, uno de los grandes cambios que se pueden hacer, es cambiar la forma en que se nutren y alimentan nuestros niños, que en un futuro no tan lejano van a hacer la fuerza laboral de nuestro país.
Es por lo dicho anteriormente, encuentro que una gran aplicación de su idea o método de una nutrición personalizada se podría aplicar en los colegios, donde se pueda guiar y educar a los niños a seguir una alimentación más saludable y consistente con sus propios organismos y así prevenir gran parte de las enfermedades CV asociados a una mala nutrición que se presentan hoy en día.

Me despido

Alfonso Wildner B

Estudiante de 5to año Medicina

Facultad de Medicina CAS-UDD

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Estimado doctor:
Respecto a los comentarios de Yihao, Karen y Alfonso, concuerdo en un 100% en que Chile tiene unas de las tasas más altas de sobrepeso y obesidad en el mundo, reconocimiento que lamentablemente no es bueno en términos de salud poblacional, ya que estas dos condiciones, tal como expusieron mis compañeros, son en gran parte responsables de patologías crónicas tales como diabetes mellitus, hipertensión o insuficiencia cardíaca, que generan un gran gasto para la salud pública de los Estados en el mundo, y el problema es más preocupante aún porque precisamente estas patologías son altamente prevenibles, pero las políticas públicas que se han implementado en Chile no han hecho frente a este aumento progresivo del peso en la población, tal como indica la última Encuesta de Salud 2016-2017, en relación a las últimas realizadas en este siglo.

Tomando como referencia la perspectiva de Alfonso, de enfocarse en un segmento específico de la población y de esta manera haciéndolo más personalizado, he encontrado una editorial de la revista “Medicina y seguridad del trabajo” de abril-junio de 2019, en la que se expone que los programas de salud y bienestar en lugares laborales son la mejor herramienta para enfrentar la problemática del ausentismo y presentismo (se refiere a estar presente en el trabajo pero con un rendimiento menor al óptimo) laboral, derivadas de estas mismas patologías expuestas en el párrafo anterior y también relacionadas a estas, tales como depresión o ansiedad.

¿Por qué le doy importancia a la salud laboral? Pues en Chile la tasa de participación en fuerza laboral es de un 59,3% según el boletín de empleo octubre-noviembre de 2019 del INE, considerando que este porcentaje se concentra en el rango etario sobre los 50 años, que sabemos que es la edad con más factores de riesgo para comorbilidades crónicas. Junto con esto, un estudio realizado por el Foro Económico Mundial y la Universidad de Harvard, citado en la misma editorial, estima que las pérdidas monetarias en productividad derivadas de estas enfermedades a nivel mundial, desde 2011 a 2030 son de aproximadamente 47.000 billones de dólares, cifra que debería mantener en alerta a los gobiernos alrededor del mundo.

Es por esto que las empresas e instituciones deberían enfocarse en implementar estos programas, que han demostrado que mejorando las condiciones de salud de los trabajadores, aumenta la productividad y disminuyen los gastos derivados como licencias médicas o reemplazos, a través de estrategias integrales que incluyen convenios, beneficios, políticas públicas, entre otras.

Atentamente,

Camila Barrientos R.
Estudiante de 5to año de Medicina
Facultad de Medicina CAS-UDD

Referencias:

  1. Editorial: “El nuevo paradigma de la salud laboral: alimentación, nutrición y dieta”. Liliana Melián-Fleitas. Revista Medicina y Seguridad del Trabajo, Abril-Junio 2019.
  2. Boletín trimestral de trabajo octubre-noviembre 2019. INE. https://www.ine.cl/docs/default-source/ocupacion-y-desocupacion/boletines/2019/pais/boletin-empleo-nacional-trimestre-movil-octubre-noviembre-diciembre-2019.pdf
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