Recientemente comencé a familiarizarme con el concepto de “Blockchain”, el cual se refiere básicamente a una base de datos distribuida de registros de transacciones o eventos digitales que se ejecutan y se comparten entre las partes participantes. Cada transacción en la cadena de bloques se verifica por consenso de la mayoría de los participantes en el sistema y, una vez agregada, la información ya no es borrable (Crosby, et al., 2015).
Esta tecnología se ha vuelto crucial para el desarrollo de muchas industrias y se pronostica que para el 2025 los ingresos globales de la tecnología blockchain subirán a más de 39 mil millones de dólares estadounidenses (Statista, 2020). Tomando esto en consideración, me gustaría compartir un artículo relacionado al blockchain aplicado en el área de la salud, en el cual se analiza el sistema de salud alemán y el basado en blockchain de Estonia. El tema central es cómo el blockchain puede contribuir al uso eficiente de los recursos en salud para así aumentar el valor del dinero que se invierte.
En el 2019, la OMS declaró en un informe que el gasto en salud representa el 10% del producto interno bruto (PIB) mundial. por lo que la tecnología de blockchain podría ofrecer potenciales ahorros de costos y posibles soluciones ante este desafío. Del artículo que antes mencioné, varios párrafos me llamaron la atención, como que el disponer de herramientas de gestión de identidad digital basadas en blockchain permite a los pacientes ser propietarios de toda su información de salud. De esta forma, son ellos quienes permiten el acceso a otras personas y eligen cómo utilizar sus datos. Otro concepto que me pareció relevante fue el uso de Registros Médicos Electrónicos (EHR) para facilitar el monitoreo de los pacientes. Esta versión digitalizada de los registros de datos clínicos del paciente y su historial médico tiene como objetivo compartir información con proveedores y organizaciones de atención médica que participan en el cuidado de un paciente (HealthIT.gov, 2018).
Finalmente, el artículo concluye que la tecnología blockchain ofrece herramientas que brindan soluciones descentralizadas, inmutables y confiables pues eliminan intermediarios y brindan oportunidades de reducción de costos y eficiencia operativa. Lo más importante es la seguridad y la calidad de los datos de los pacientes y un buen ejemplo en la práctica de cómo el blockchain en salud puede apoyar la atención médica es el de Estonia, que ha establecido un sistema de gobierno electrónico completo basado en esta tecnología.
Les dejo el link del artículo original para que lo puedan revisar más a fondo:
Bittroff, M., & Sandner, P. (2020). Blockchain in Healthcare.
¡Saludos!