Años De Vida De Calidad Por Recuperar: Telepresencialidad Y Salud Digital

El límite de la Salud Digital se está desdibujando con el avance de las tecnologías. Hay quienes dicen que “no existe límite para la Salud Digital”, por otro lado, hay quienes decimos, que “el límite de la Salud Digital se encuentra en cuan preparado están las personas para ser atendidas por este sistema y que sean capaces de aceptarla y adoptarla como una forma de atención segura y confiable”.

No sólo se trata de las personas, sus familias y comunidades usuarias de salud, sino también de considerar a los equipos de atención de salud multidisciplinaria, que podrían estar en las mismas condiciones de desconocimiento sobre la utilidad y beneficios de la Salud Digital que sus usuarios. ¿Por qué decimos esto? Porque al momento de argumentar la razón de impulsar una estrategia de Salud Digital, pareciera que la respuesta sigue siendo la misma en distintos lugares: “La Salud Digital es más cómoda, puede ser desde la casa, en el trabajo, o tener una mayor oportunidad de ser atendidos por un especialista de renombre dentro y fuera del”.

Esta situación que comparten los equipos multidisciplinarios en salud y sus usuarios con respecto al conocimiento en Salud Digital, se puede abordar desde un proceso de Alfabetización en Salud Digital. Un proceso educativo como cualquier otro, pero orientado a que los equipos multidisciplinarios y usuarios de salud, puedan tener las herramientas y conocimiento para aplicar y adoptar procesos de atención desde la Salud Digital. Sin este elemento educativo en medio de la relación entre quien entrega salud y quién la recibe, provoca perder importantes recursos y una baja en la demanda por Salud Digital.

La disminución de la demanda por Salud Digital, vendría a consolidar lo que nos dejó la pandemia por Covid - 19, que es una baja en la expectativa de vida o años de vida perdidos. Según un estudio realizado a 37 países, por la Universidad de Oxford, para el año 2020, en Chile los hombres bajaron su expectativa de vida en 1,28 años, mientras que, las mujeres en un 0,85 años, dejando al país en el puesto 14 de los países que más años han perdido producto de la Pandemia.

Solo entre el mes de septiembre y octubre del año 2022, la cantidad de atenciones en Modalidad Libre Elección para los códigos de Telemedicina de Fonasa, bajaron en un 27,66% (Cálculo basado en información solicitada por Idegys a Fonasa mediante Ley de Transparencia).

Entonces, lo que está en juego no es la atención oportuna o el acceso mediante Salud Digital, si no, la posibilidad de recuperar o ganar años de vida con una calidad de autonomía que retrase o elimine la necesidad de contar con un cuidador.

Por suerte, existen evidencias de que la Salud Digital ayuda a ganar años de vida, reducir los días de hospitalización, y lograr reducir la cantidad de muertes, mediante el telemonitoreo. Por ejemplo para el estudio sobre “Telemonitoreo de pacientes con Insuficiencia Cardíaca en el domicilio disminuye las re-hospitalizaciones y la muerte“, se centraron en las insuficiencias cardiacas congestivas, de alta complejidad y con una tasa de mortalidad cercana al 50% en los primeros cuatro años (R. Vivancos Delgado, JC. Rodríguez Rodríguez).

Durante un año, los pacientes se monitorearon desde sus casas, teniendo como resultado, que aquellos que usaban el telemonitoreo disminuyeron en un 4% la mortalidad, su permanencia en hospitalización fue de 6 días menos en promedio, y durante el periodo de hospitalización sus condiciones de salud fueron más estables que quienes no se monitorean, finalmente, se concluyó que una persona que se monitorea desde su casa durante un año, podría aumentar su calidad de vida, y ganar un mes de vida por cada año monitoreado.

A esto, solo faltaría agregar la posibilidad de atención de un especialista desde cualquier parte del país, para esto, ya se están viendo en distintas instituciones la aplicación de la Telepresencialidad, que vendría configurándose como una atención de Telemedicina Sincrónica con asistencia presencial al paciente, y remotamente el especialista. Lo que mejoraría y devolvería el vínculo terapéutico, la confianza y la seguridad de la atención.

Pareciera entonces, que abordar las listas de espera por especialidad, y disminuir la carga por atenciones innecesarias en hospitales ya tienen estrategias para darle soluciones. Falta lo más importante: entregarle las herramientas y conocimiento de forma democrática a todos y todas quienes entregan y reciben salud, mediante procesos de Alfabetización en Salud Digital, para así recuperar los años de vida que nos quitó la pandemia.

Por Andrea Basualdo Allende, odontóloga, MBA en Salud, y diplomada en Salud Digital / Fabián Norambuena Contreras, Presidente Idegys, Magister (c) en economía y gestión de la salud.

[Publicación original en Idegys]
((https://www.idegys.cl/blogidegys/recuperarvidasaluddigital.html#) )