Competencia Digital Docente ¿Es Necesario para la formación de Profesionales de la Salud en Chile?

Competencia Digital Docente

¿Es Necesario para la formación de profesionales de la Salud en Chile?

La era digital (y con ello la era de la información) ha llegado a pasos agigantados, transformando por completo muchos sectores, que han tenido que adoptar nuevas estrategias en sus procesos para mantenerse activos en la actual sociedad cambiante, ejemplos claros han sido el turismo y las finanzas que han modificado en forma tangencial la vinculación con los clientes y como éstos adquieren sus servicios.

En el área de la salud este avance ha llegado con mayor lentitud que en otros sectores, impresiona que principalmente se debe a la reticencia del personal y a la cultura organizativa rígida de las instituciones. Si bien hay adelantos como la adopción de registros clínicos electrónicos (En Chile, la cobertura en atención primaria es cercana al 80% y a nivel intrahospitalario en un 48%), la incorporación de la tecnología sólo responde mejorar la burocracia de los procesos internos, más que a provocar una transformación de las organizaciones de salud.

No hay que afirmar que con el sólo hecho de incluir la tecnología se va a provocar la transformación en salud, sino que es necesario traer consigo un cambio en la actitud de los profesionales, desde la formación inicial, y con ello una integración e incorporación activa del usuario en todo el proceso. Está incorporación, y la tecnología como su transporte, va a permitir que la toma de decisiones clínicas, el juicio experto sea más rápido, más personalizado y más desafiante.

En muchas instancias se han analizado las barreras y cambios necesarios en el sector salud para que esta transformación se produzca. Se tiene el consenso que las soluciones tecnológicas que pueden ayudar a impulsar el cambio ya existen y están a disposición de las instituciones, tanto publicas y privadas. Se han realizado varios estudios del tema, por lo que las evidencias también se han expuesto (en Chile la investigación es incipiente, pero si existe vasta experiencia en el ámbito internacional). Sin embargo, si las soluciones existen y la evidencia también, ¿por qué cuesta avanzar en la transformación del sector salud?, David Labajo (2016) señala que tecnología digital no va ser una herramienta más, sino que va provocar una verdadera disrupción del sector, de los agentes (…) cuando se habla de la “transformación digital de la salud” , la palabra clave no es “digital”, sino transformación, porque no se trata de incorporar tecnología digital a los actuales modelos asistenciales, sino de poner patas arriba los modelos de prestación sanitaria y cambiarlos por completo. Esta transformación señala. que va ser tan disyuntiva, que por su naturaleza será compleja de poner en marcha y requerirá liderazgo y valentía.

Es este el nuevo contexto a que nos enfrentamos, uno donde hay estudiantes que han nacido con la tecnología digital al alcance de la mano, donde está la premura de incorporar la era digital en el sector salud y una necesidad imperativa de mejorar la calidad en la formación de profesionales de la salud que liberen este cambio y sean valientes para enfrentar el reto. Es en este complejo escenario donde surgen las interrogantes como ¿tenemos el potencial para afrontar estos desafíos? ¿estamos preparados para contribuir a este cambio inminente?, ¿ poseemos las competencias como profesionales de la salud para educar a futuras generaciones que aún no saben en qué contextos se van desenvolver ?, ¿es necesario las Competencias digitales?.

Históricamente la formación de profesionales de salud ha tenido un carácter muy rígido, ligada a las órdenes religiosas y militares, y por lo tanto muy jerárquica, quedando alguno legados hasta la actualidad que se ven reflejados en planes de estudios poco flexibles que no consideran aprendizaje de tipo informal o no formal…

Sin embargo, ¿Qué competencias deben adquirir nuestros estudiantes? ¿Se incluyen en el curriculum las competencias que necesita una sociedad global, interconectada y atiborrada información?, ¿Estás competencias deben ser generalizadas para los estudiantes de las ciencias de la salud?; son preguntas difíciles de contestar y dependen del contexto de donde surjan. En Chile en el nuevo proyecto de ley que modifica la educación superior aún no se ha podido establecer cuestiones fundamentales como calidad, o un marco de referencias de competencias mínimas que deben tener los estudiantes al finalizar su ciclo formativo.

Si el panorama en Chile se encuentra en una nebulosa, ¿Existen otras experiencias en el mundo que respondan a las interrogantes?.

En el contexto europeo, La competencia digital es una de las ocho competencias claves que cualquier joven debe haber desarrollado al finalizar su enseñanza, con el motivo de poder “incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de toda su vida, según las indicaciones del parlamento europeo sobre competencias clave para el aprendizaje permanente (recomendación 2006/962/CE del Parlamento Europeo del Consejo, de 18 de diciembre del 2006, sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, diario oficial L 394 de 30.12.2006) (Saenz, 2015). Se contempla que no sólo va a proporcionar la capacidad de poder aprovechar el amplio abanico de posibilidades asociadas a las tecnologías digitales y los retos que plantean, sino que resultan cada vez más necesario para poder participar significativa en la nueva sociedad del conocimiento del siglo XXI.

La migración de los curriculum, actualmente diseñados por competencias, ha permitido generar estándares educativos locales para aquellos que son responsables de guiar en el proceso de aprendizaje y formación. Si bien cada institución debe abanderarse con su propia definición de competencia, es aún más complicado definir cuándo deben incorporar aquellas que surgen de un emergente cambio. Si bien no es absoluta, se puede desprender que la competencia digital es el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y comunicación para alcanzar objetivos relacionados con el aprendizaje, el trabajo, el tiempo libre, la inclusión y la participación en la sociedad. De estas nociones (Cuartero, 2016) se desprende que la competencia digital presenta cinco áreas que deben ser trabajadas: 1) la información y alfabetización informacional, 2) la comunicación y colaboración, 3) creación de contenidos digitales, 4) seguridad y 5) resolución de problemas.

Incluir la era digital a la formación del personal sanitario es considerada como una nueva herramienta para proporcionar educación en áreas remotas, tanto así que la organización Mundial de la Salud, en las guías para la educación y formación de estudiantes (2013) señala que “otra estrategia innovadora de enseñanza y aprendizaje considerada […] es e-learning. La riqueza del e-learning es que puede usarse tanto en países de altos ingresos como de recursos limitados y también puede ser una herramienta para la educación interprofesional, especialmente si se imparte en un entorno de acceso abierto. Varios estudios han demostrado un efecto positivo general de los cursos de e-learning o semipresencial en comparación con la enseñanza didáctica más tradicional, en la adquisición y retención del conocimiento. Otra ventaja que debe tenerse en cuenta para el aprendizaje electrónico es que es accesible para los profesionales de la salud que trabajan en áreas remotas, donde pueden continuar desarrollando sus competencias a través de medios tales como una educación a distancia versátil. Debido a su rol en el alivio del aislamiento profesional, el aprendizaje a distancia puede ser un componente de una estrategia para retener a los trabajadores de la salud en áreas rurales y remotas.

Incorporar la competencia digital docente a la formación de profesionales de la salud, no solo supone entender como aprenden los estudiantes sino cambiar los entornos en que los estudiantes aprenden, diseñar ambientes educativos más flexibles, sociales, comprometidos y por sobre todo que se constituyan en comunidad a través de intercambios relevantes por medio de conexiones con otros. Esto supone un cambio en el paradigma educativo. Ardenson (2010) ha sugerido una serie de “teorías para aprender con las tecnologías emergente” en las que se mezclan planteamientos sobradamente conocido, como el constructivismo y la teoría de la complejidad, con nuevos conceptos formados tras la aparición de la web y la internet, conscientes de sus posibilidades y limitaciones. como la pedagogía de la proximidad (Mejias 2015), la Heutagogía (Hase and Kenyon. 2000 y 2007) y el conectivismo (Siemens, 2005).

¿Cuál será las consecuencias de no tener las competencias digitales?, si el avance de la tecnología va a una velocidad sin precedentes, impresiona que de lo contrario nos veremos arrastrados por esta oleada de tamaño enorme. Con convicción debemos enseñarle este nuevo paradigma a las futuras generaciones. La transformación digital en salud es una necesidad apremiante, y por muchas barreras que actualmente existan, llegará de mano de los propios usuarios, nuestros (im)pacientes.

Referencias

Anderson, T. (2010). Theories for learning with emerging technologies. In G. Veletsianos (Ed.), Emerging technologies in distance education . Edmonton: Athabasca University Press.

Berger, T. and C. Frey (2016), “Structural Transformation in the OECD: Digitalization, Deindustrialization and the Future of Work”, OECD Social, Employment and Migration Working Papers, OECD Publishing, Paris.

Cuartero, M. D., Porlán, I. G., & Espinosa, M. P. P. (2016). Análisis Conceptual de Modelos de Competencia Digital del Profesorado Universitario/Conceptual analysis of digital competence models of university teacher. Revista Latinoamericana de Tecnologí a Educativa-RELATEC , 15 (1), 97-114.

DiMaggio, P., Hargittai, E., Neuman, W. R., & Robinson, J. P. (2001). Social implications of the Internet. Annual review of sociology , 27 (1), 307-336.

Hase, S. (2009). Heutagogy and e-learning in the workplace: Some challenges and opportunities. Impact: Journal of Applied Research in Workplace E-learning, 1 (1), 43-52.

Mejias, U. (2005). Re–approaching Nearness: Online communication and its place in Praxis. First Monday , 10 (3).

Pedró, F. (2016). La tecnología y la transformación de la educación. Fundación Santillana. Madrid , 2 .

Sáenz Rioja, C. (2015). Contextualización de las competencias básicas: del marco europeo a las aulas en los centros educativos de España.

Siemens, G. (2004). Connectivism: A learning theory for the digital age . International Journal of Instructional Technology and Distance Learning.

Varela, F. J. (2016). Conocer: Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía de las ideas actuales. Gedisa,.

World Health Organization. (2013). Transforming and scaling up health professionals’ education and training: World Health Organization guidelines 2013. World Health Organization.

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Excelente resumen sobre las competencias digitales necesarias a adquirir en estos tiempos.

la competencia digital presenta cinco áreas que deben ser trabajadas:

  1. la información y alfabetización informacional
  2. la comunicación y colaboración
  3. creación de contenidos digitales
  4. seguridad
  5. resolución de problemas

Me interesa mucho la expansión de la “creación de contenidos digitales” en los profesionales sanitarios. Hoy tenemos un modelo educativo en salud, a mi parecer, muy orientado a lo analógico, mientras que los pacientes son también actores de transformación. Cada vez es más difícil llegar con modelos analógicos a poblaciones jóvenes hiperconectadas.

Es perentorio tomar estos desafíos desde la academia de formación en salud para que la adopción de tecnología sea orgánica. Todo lo que no se resuelve organizadamente, se resuelve con soluciones parche que no sustentan en el tiempo.

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